La pandemia provocada por la contingencia que se generó por el virus COVID-19 nos cambió a todos. Hizo que nos replanteáramos nuestro diario vivir; creencias, hábitos y relaciones interpersonales tuvieron que variar. Nuestra salud se vio afectada esencialmente a nivel cardiaco y pulmonar y esto, ocasionó que se desprendiera de ello nuevos retos en la salud física de forma antagonista en otros aspectos de nuestro cuerpo.
Pudimos ver como en todo el planeta miles de personas reportaban a diario secuelas que no tenían que ver directamente con la enfermedad, pero, que de seguro aparecieron luego de esta, un ejemplo claro fue sin duda la relación que dicha podría tener con la pérdida prolongada del cabello. Esto, encendió las alarmas y consigo vinieron investigaciones, las cuales arrojaron de momento dos formas principales en las que había una afectación luego del virus tanto en el cuero cabelludo como en el cabello.
Así las cosas, hoy te venimos a informar sobre estas dos formas y que es lo que se sabe de ellas…
– Entre 2020 y 2021 todo estuvo encaminado al concepto ensayo y error y se determinó por múltiples estudios lo siguiente:
Según la BBC importante Broadcasting de Reino Unido investigaciones realizadas en un total de 48.000 pacientes entre Estados Unidos, México y Suecia arrojaron que los cinco síntomas que más persistieron luego de la enfermedad fueron: fatiga 58%, dolor de cabeza 44%, dificultad para la atención 27%, caída del cabello 25% y dificultad para respirar 24%.
Si lo vemos bien el asunto de la caída del cabello ocupo un lugar relativamente alto dentro de la escalada de secuelas luego del COVID-19 y es que se estima que este virus afectó directamente de dos formas específicas que ya se conocían; el efluvio telógeno y la alopecia areata.
Por un lado, el efluvio telógeno es un problema capilar que normalmente se desprende de una experiencia de mucho estrés, provocando que un gran número de folículos pilosos pasen a una etapa de reposo y que incluso en unos pocos meses, todos estos se caigan. El estrés sin duda ocasionado por lo conocido y desconocido de la enfermedad aumento esta condición.
Ahora bien, por su parte el estudio arrojo que hay una distancia temporal entre la enfermedad ocasionada por el estrés y la sintomatología del COVID -19 por lo menos de tres meses, por lo que en los usuarios a los que ocurría esto se encontraban en desconcierto, sin embargo, el virus si está ligado a esta condición ya que puede generar incluso ataques momentáneos de ansiedad y gran incertidumbre mental.
Así que si tuviste COVID-19 y tienes una caída prolongada del cabello cabe la posibilidad que sea debido a efluvio telógeno. Sin embargo, es importante decir que a pesar de que estos estudios son rigurosos y de una alta calidad la caída del cabello puede darse por múltiples causas y es necesario que siempre que ocurra drásticamente trates con un profesional especializado en esto, pues, aun hoy, el vínculo entre la pérdida constante del cabello y el COVID-19 no está del todo claro, incluso se sigue haciendo un trabajo de investigación arduo entre determinar las altas temperaturas provocadas por la fiebre y la descompensación del sistema inmune como causa principal.
Por otro lado, el estudio dio indicios claros de que aquellos que ya sufrían alopecia areata aumentaban drásticamente su condición ya que esto ocurre debido a que el sistema inmunitario ataca y destruye por error los folículos pilosos sanos. Normalmente esta condición se desprende por una predisposición genética en la que ya había alopecia, sin embargo, sin duda alguna la afectación en el sistema inmune a causa del COVID-19 puede prolongarla de manera consecuente.
Así, podemos ver que claramente hay una relación momentánea entre la caída del cabello y el COVID-19. Sin embargo, a pesar de esto, no debemos alarmarnos pues lo más importante siempre es ver la información como una posibilidad en la que podemos encontrar un puente para una factible solución. Cabe decir que por el momento no hay una imagen clara que determine que el COVID-19 es el detonante de enfermedades de origen genético en la caída del cabello como la alopecia o que retrase algún tipo de tratamiento.
Equipo Transformación Capilar.